sábado, 10 de agosto de 2013

Laguna del sol

Laguna del sol


 Tres amigos decidieron pasar el fin de semana largo en Laguna del Sol. Un pueblo situado a varios kilómetros de Buenos Aires. Tenían pensado partir el Jueves a la mañana para regresar el domingo por la noche. Hacía seis años que no iban. En aquella ocasión se habían alojado en un camping. Estuvieron diez días. Pescaban dorados, bagres, para luego hacerlos a la parrilla. Además de pasear por la Costanera o sentarse en algún bar. Tampoco faltaban las noches que iban a un boliche situado en las afueras. Donde conocían grupos de chicas y las invitaban a continuar la velada en su carpa. Obvio que no todas aceptaban. Y al irse compraron alfajores y artesanías.
Esto les produjo un buen recuerdo. De modo que ahora querían volver. Solo que estaban mas grandes. En esos momentos tenían venticuatro años. Actualmente estaban rozando los treinta. Antes fueron con un auto que les presto el padre a uno de ellos. Esta vez tenían vehiculo propio.
Cargaron los bolsos y salieron. Al llegar, después de cinco horas de viaje, se encontraron con que el acceso a Laguna del Sol estaba cerrado. Había un enorme portón de hierro con un cartel que decía "PROHIBIDO PASAR" . Regresaron a la ruta. Vieron que mas adelante se abria un camino de tierra que, aparentemente, iba hacia ese pueblo. Tomaron por allí. Deseaban ir como sea. No tenían ganas de volver. Para ello debieron alargar el recorrido. Pasar por zonas extremadamente angostas y llenas de barro y charcos donde parecía que su auto se iba a quedar. Incluso varias veces tuvieron que bajarse para empujarlo o enderezarlo. Pero finalmente lograron su objetivo.
Sin embargo cuando llegaron se llevaron una extraña sensación. Todo parecía muerto. No era lo que habían visto en su estadía anterior. No había nadie por la calle, ningún negocio abierto. El asfalto destruido. Los arboles pelados, muchos de los cuales estaban tirados en el piso. Algo parecido ocurría con las casas. Las paredes resquebrajadas. Con escombros o pedazos de material que se iban cayendo en las veredas. Cuando atravesaron la plaza principal se encontraron con el mismo panorama. El pasto brillaba por su ausencia, las hamacas y el tobogán estaban con los hierros llenos de oxido y las maderas rotas. Similar estado presentaban los edificios que la rodeaban. Como la iglesia, la comisaria o el palacio municipal. También hallaron ruinas de lo que alguna vez supieron ser autos. Carrocerías oxidadas y llenas de polvo, los vidrios rotos, las gomas bajas. Al acercarse a la laguna notaron que esta relucía un fuerte color verde fosforescente. Les llamo la atención. Bajaron del coche y caminaron a la orilla. Se llevaron una horrible sorpresa. Había un olor nauseabundo. Los márgenes de la laguna estaban cubiertos de peces muertos llenos de moscas. Aparte de ramas, escombros o bolsas de nylon. Observaron también que del agua salían burbujas y una especie de vapor. Uno de los chicos se animó a tocarla. Apenas lo hizo gritó de dolor. Se trataba de un liquido espeso que le quemaba la piel. Se paso la ropa para frotárselo y quitárselo. Aunque el dedo le seguía ardiendo. Aparte de ponerse morado. Subieron al auto. Anduvieron por la costanera, la cual estaba repletas de bolsas de basura. El olor era cada vez mas fuerte que debieron cerrar las ventanillas. En la intersección de esta arteria con la avenida principal había un depósito. El cual contaba con una enorme chimenea que arrojaba un denso humo negro. También tenía una playa donde había estacionados varios contenedores y camiones de residuos. Doblaron por la avenida. Los sorprendió un cartel que decía " PELIGRO: RESIDUOS TOXICOS " Continuaron la marcha intentando escapar.  De pronto de les cruzaron tres camiones interrumpiéndoles el paso. Frenaron. Bajaron dos personas por vehículo, totalmente cubiertas con trajes antiradiactivos.
Uno les dijo_ no pueden entrar aca
A lo que uno de los muchachos les hablo sobre el pasado de aquel pueblo
_Eso era antes_  le dijo el mismo señor_ hace como dos años que es un deposito de residuos.
El conductor del auto dio marcha atrás para el lado contrario a los camiones. Estos lo siguieron. Acelero. A medida que avanzaba aparecían mas camiones de todas las esquinas que cruzaban. Le disparaban a las ruedas con la intención de pincharles la goma. Finalmente lo lograron. Los chicos salieron del coche.  Les preguntaron que querían.
Varios de los que iban en los camiones también se bajaron. Uno les dijo_ ustedes ahora están infectados. Respiraron el aire sin protección, tocaron el agua. De modo que acabaran enfermándose
Se le sumo otro y en tono enojado agregó_ en el acceso figura claramente el cartel de no pasar. Esto no es un sitio para cualquiera. Solo unos pocos saben de su existencia. Y no queremos que se divulgue...¡ No se para que carajo entraron!
Los chicos empezaron a correr. El resto fueron tras ellos. Tanto con los camiones como a pie. Les disparaban, intentaban atropellarlos.
Perdían por cansancio. Tres muchachos enfrentándose a un verdadero ejército. Sumado a que encima debían esconderse de las balas. A medida que pasaban los minutos tropezaban mas seguido, se caían. A veces no podían levantarse solos y debían ser ayudados por sus compañeros.
Hasta que finalmente no pudieron mas. Fueron atrapados por aquellos hombres. Quienes los ataron y los pusieron frente a un paredón. Ahí les dispararon hasta terminar con sus vidas.