domingo, 9 de diciembre de 2012

El bosque

El bosque.
 
En ese bosque todo era armonía. Gaviotas que iban y venian, abejas que construian sus panales, zorzales anunciando la llegada de un nuevo día. Tambien había liebres corriendo, culebras, monos que saltaban entre las ramas. Hasta algunos leones que cada tanto merodeaban la zona.
Todo era de una intensa paz.
Hasta que un dia aparecieron las primeras casas. Acompañadas por autos y caminos de tierra. Junto a autos, bicicletas y motos que iban y venían.
Ese bosque dejó de ser el mismo. Si bien todavía tenía muchas zonas intactas presentaba numerosos huecos.  Aparte de que en varios tramos había escombros, bolsas de nylon, restos de comida, etc. Y los animales que lo poblaban optaron por irse
A pesar de todo el éxito inmobiliario pudo mas. La urbanización siguió creciendo. Los caminos de tierra se multiplicaron transformándose en calles y avenidas asfaltadas. Aparecieron negocios, oficinas, algun que otro edificio. Tambien se insatalaron antenas telefónicas, cableado eléctrico. El trafico era cada vez mas intenso. Ahora se le sumaron colectivos que llevaban a la gente de un lado a otro o camiones que cargaban y descargaban mercadería.
Del bosque solo quedó una mínima porción. La cual, debido al paso agigantado que avanzaba la constucción no demoró demasiado en ser loteada, dividida en manzanas y ponerse en venta. Así fue como a esta parte llegaron nuevas viviendas, fábricas y centros comerciales.
Cuando hubo que arrasar la ultima manzana se produjeron problemas. Las sierras eléctricas no podían cortar las ramas. Estaban durísimas. Se terminaban quemando de tanto esfuerzo. Porobaron hacerlo varias veces mas pero les ocurrío lo mismo. Entonces mandaron topadoras.
Apenas estas tocaron el primer árbol toda la ciudad tembló. Desde el piso no paraban de brotar troncos. Luego aparecieron ramas con hojas. Estos crecian por todos lados derribando cuanta construcción se le interpusiera en su camino. Tambien se sumaron plagas de aves y abejas enfurecidas que atacaban a la población. Estos corrían de un lado a oto sin encontrar refugio. Al rato fueron sorprendidos por liebres y monos que los corrian y mordían. Estaban deseperados. Tenian sus cuerpos sangrando, llenos de picaduras por todas partes. No soportaban el dolor que esto les provocaba. Seguían corriendo pero en vano. Ya que sus casas habían quedado destruidas por los arboles. Y tanto las aves, como las abejas o resto de los animales los seguían atacando. Hasta que de a poco se iban rindiendo. Quedaban tirados en el piso quejándose del dolor, cada vez con mas lastimaduras. Cuando ya estaban todos en el suelo vino una manada de leones y se encargó de acabar con ellos.
Apenas estos terminaron su trabajo los árboles taparon la ciudad y todo ese bosque volvió a la normalidad