jueves, 29 de julio de 2010

¿Podrías?


Sálvame de los enemigos
que con sus uñas filosas desgarran en silencio
las siluetas de aquellos que de verdad
hacen la proeza de vivir...

Sálvame de aquellos que no comprenden
el valor del pan que no alcanza para el hambre de los niños
que no alcanza a cobijar el frio después que se va el sol...

Sálvame de mis propios enemigos
que se acomodan dentro y tantas veces
dejan sólo ventanas para ver mi dolor o mi pasión...

Sálvame de aquéllos que parecen estar tan plenos
y confunden mis motivos...
y llenan falsamente un espacio en mi corazón.
¿Podrías amor , darme de tu talego más sano
y permitirme ser lo que soy sin miedos
sin penas , sin reclamos , ni confusión ?
Y así, que a pesar de los dolores que sufra
este ser a veces cansado...
No dejé ni un sólo día dar gracias
por la existencia a lo divino

y los sueños del buen amor.

Sin cerrojos.

Horas viejas de ensueños
bordean lugares dormidos en otras mañanas
silvestres frutales maduros despiertan igual al ayer
no hay despistes ni cerrojos
todo reclama por la esencia infinita
por la mancuerna azul
al fin se revela la existencia
y yo despierto tras la noche pálida y fría.

El aleteo de mis alas llevan las semillas
que florecerán en la otra alborada
y tú estarás despierto para cosechar
los frutos del auténtico crisol!

Camino al viento...


Mientras madura el palto
desorden de hojas por la vereda
pasan las horas mortecinas y pienso
que harás tú por esas otras aceras...

Voy y vengo deshaciendo insomnios
deshaciendo nostalgias, larga espera
y me pregunto en que andarás
deshaciendo también tus penas...

Bebo té y café a deshoras
releyendo viejos poemas
respondo al teléfono mensajes
anhelando sea tu voz compañera...

Llegan melodías de amores buenos
superando batallas nuevas
ay! cuando será el cuando
que el tuyo traspase toda frontera...

Camino al viento, bordeando el mar
zurcando blancas cordilleras
ya se amor será ese día
en que florezca la tierra nueva.

martes, 20 de julio de 2010

En aquel pueblo.

En aquel pueblo.

En aquel pueblo las casas eran de chapa y material. Las veredas estaban todas rotas y llenas de basura. Sobre ellas dormía una importante cantidad de personas. Por las calles llenas de tierra y charcos con aguas servidas pasaban constantemente policías armados para vigilar la zona.
Los niños casi siempre estaban dentro de sus casas. Ya que no había escuelas, clubes, negocios, cines, centros culturales o espacios verdes. Solo les quedaba encerrarse a ver televisión. Además muchos eran obligados a trabajar desde temprana edad.
Cierto día, a eso de la una de la mañana, todos los pobladores de aquella aldea se despertaron sobresaltados. Escucharon golpes en las puertas de sus viviendas. Salieron a fijarse y vieron que se trataba de un grupo de jóvenes. Quienes los invitaron a una fiesta que se desarrollaba en una fábrica ubicada en las afueras y que había quedado abandonada hacía varios años.
Al principio todos estos tenían miedo de ir. Les resultaba bastante extraña esa invitación. No sabían de que se trataba, por que la hacían en ese horario o los motivos por los cuales no la habían anunciado anteriormente en ningún lado. Pero finalmente y mas que nada por curiosidad optaron por ir. Muchos de ellos lo hacían con armas para intentar defenderse en caso de que ocurra algún hecho desagradable.
Al llegar descubrieron que esa fábrica que estaba abandonada, con sus paredes descascaradas y cubiertas de hongos, ahora se hallaba totalmente remodelada. Pintada de atractivos colores, con plantas y flores en la entrada y llena de lamparitas amarillentas que colgaban del techo e iluminaban todo el ambiente.
Allí en la planta baja había personas que leían cuentos y realizaban juegos para los mas chicos, algunos que se vestían de payasos que brindaban teatro a la gorra, otros que hacían música en un rincón e invitaban a la gente a sumarse a cantar. Mientras que en el primer piso había un grupo de bailarines que hacían diferentes danzas en un gigantesco escenario de madera. Y en el tercero había puestos que ofrecían libros, cuadros y artesanías.
Hasta que alrededor de las cinco de la mañana se dió por terminada la fiesta y los encargados saludaron al público agradeciendo su presencia. Luego empezaron a cargar todo lo que habían traido en varios micros. Y pasados varios minutos ya se marcharon del pueblo.
Al día siguiente varios pobladores se dirigieron a esa fábrica. Solo encontraron afiches pegados en las paredes que explicaban que aquel era un grupo de jóvenes artistas, muchos todavía estudiantes, que no vivían en un lugar fijo. Sino que se la pasaban recorriendo pueblos a traves de micros que alquilaban. Lo hacían un poco por diversión y otro tanto para llevar alegría a la gente que tiene problemas. Y lo hacían así sorpresivamente para mantenerse en el anonimato.
Despues de varias semanas la vida en ese pueblo volvió a ser la misma de siempre. Sin ningún otro episodio que la altere o convoque masivamente a todos sus habitantes. Con la diferencia de que esa fábrica ya no estaba. Había sido demolida por las fuerzas de seguridad para evitar que alguien pudiera alojarse allí. Menos aún intentar hacer algo distinto como lo ocurrido aquella noche o pretender cambiar las cosas.

sábado, 3 de julio de 2010

El espejo



El espejo.

Aquel hombre entró a una tienda que se hallaba a pocas cuadras de su departamento. Quería comprar un espejo para su dormitorio. El que tenía se le había roto hacía ya unos cuantos años.
Una vez allí mientras esperaba ser atendido se quedó contemplando el lugar. Le llamó la atención un espejo redondo que había en un costado, en el cual por su ubicación él no alcanzaba a ser reflejado. Pero si se reflejaban los demas espejos que había, las lámparas que colgaban del techo o el inmenso reloj que se hallaba en una pared.
De pronto, cuando una señora se detuvo frente a ese espejo, vió con enorme asombro que su figura no aparecía. Sino que aparecían y desparecían imágenes de tizas, niños corriendo, arroyos y árboles.Luego esta se fué y vino un señor de saco y corbata. Observó que este tampoco se reflejaba. En su lugar aparecían cheques, lujosos autos, botellas de wisky y varias mujeres.
Mas tarde hizo lo mismo un muchacho. Allí, del mismo modo que ocurría con los anteriores, se veía una cancha de fútbol repleta de gente, una casa humilde, pelotas, camisetas de diferentes clubes o aparatos de gimnasia.
Una vez que llegó su turno le preguntó al vendedor que era lo que tenía ese espejo para que aparezcan reflejados objetos en lugar de la gente que se ubicaba delante.
Y este tranquilamente le respondió que ese espejo era especial. En lugar de mostrar a cada uno fisicamente refleja como es interiormente, el tipo de vida que hace, a que se dedica, etc.
Ni bien supo de esta noticia tuvo miedo de ubicarse frente a este y abandonó la idea de comprarlo.
Cuando el vendedor se lo trajo para que lo viera de cerca se quedó enormemente avergonzado. El espejo se puso de un opaco color gris ademas de mostrar una pieza mugrienta y desordenada, ropas gastadas llenas de agujeros, sombras que caminaban tambaleándose y varias botellas de vino vacías.
Sin decir nada dió media vuelta y se fué.