lunes, 31 de agosto de 2009

Paz




Si te entregas al poderío, al poderío de los verdugos, verás a tu sombra reflejada en los dolores.
Los colores se confundirán, te escupirán en la cara
Te tirarán las ropas, te tallaran el rostro
Jamás te darán amor!
Los verdugos rompen, los verdugos arrebatan
No para tratarte bien, nunca para gustarte, pero para herirte. Para magullarte, para dejarte a “cero” de conciencia, de inocencia, de sentimiento.
Alguien sin sentimiento es alguien que no piensa en si mismo, y no pensando en si mismo no tiene condiciones o capacidad para pensar en nadie más.
No consigue construir, no consigue desarrollo, no consigue el verdadero cariño, no consigue apoyo. Se queda solo en soledad a oscuras y desesperado. Intenta salir de pozo pero no consigue. Se queda sin PAZ y sin paz nadie construye.

Si te entregas a los verdugos puedes perderte y acomodarte en el sufrimiento. Querer sufrir es ser masoquista. Tener gusto por el sufrimiento es locura.

Si te entregas al poderío de los verdugos desechas tu cuerpo y como si no bastara desechas tu alma. Tu alma es tu espíritu, cuida de ella con el mayor celo y cariño. Es todo lo que tienes.

Si te entregas a los verdugos amputas tu capacidad de “ser persona, ser gente”.

Si te entregas al poderío de los verdugos pierdes tu infinita belleza de “ser hombre”.

Los verdugos son tus caídas y tus levantares, tus desorientaciones. Son tus desesperos y egoísmos de seguir en ellos. Tus verdugos son tu falta de paz.

Busca solamente aquellos que te quieren porque es simple y fácil encontrar quien no te quiere. Busca primero dentro de ti para después buscar fuera una compañía.

Dos seres solamente deben crecer, solamente deben construir. Jamás autodestruirse. No te quedes en teorías – actúa. Mismo que te hieras actuar. Si es para mejor, para tu construcción – actúa.

La recompensa será siempre la paz, venga ella de dónde venga.

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