Polvo mío,
polvo y quebranto
vidrios esparcidos
Una marea de abismos cede
corroe las marcas que sobresalen
el mar actúa
Los mismos vidrios pierden su filo
se vuelven opacos
cuentas sin brillo
Vejez de suspiro entrecortado
Un día no estarán
los abrá deshecho la marea
persistente.
2 comentarios:
gracias a dios el viento y la marea acaban por comerse todo
SI quieres continuar la lectura de la novela te invito a visitarme "fuertes y divino era sentir su deseo", por Jayja cubana, desangrada de llorar...luchando en un exilio, que ha congelado a veces mi alma...
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