El fémur tapizado en piel, nada de grasa. Ella. El agita el flequillo rebelde y se asoman las cejas como siluetas de montañas. Cabeza de Chica reposa en el pecho depilado con cera, el sacrificio es necesario le empieza a gustar el dolor. Cabeza de Chica casi incrustada en el abismo entre las costillas de El. Hacen el amor como un revoltijo de huesos, delgadísimo El. Puro esqueleto Ella. En el impulso de los abrazos se enlazan los argollas. Con las uñas esmaltadas de color salmón Ella intenta zafarlas, se desespera. También, El. Sus uñas negras son cortas pueden lograrlo, quizás. Se esmera el chico. Quisiera preguntarle si la excitó el piercing de su lengua, pero apenas se conocen y con este enredo ni siquiera sabe dónde tiene puesto los ojos. Ella grita. ¡Mira lo que haces! El: ¡Lo hago lo mejor que puedo! Los zarandean los improperios. Sudan, odian este enlace de bueyes sin arado. Para cuando los metales se separan, el frío de los huesos ha regresado soledades y anorexias.
3 comentarios:
Fantástico, me gusta...eres buena, muy buena. Has tocado dos temas muy de actualidad, los pearcings y la anorexia.
Besos
Sí la verdad es que me ha impresionado, es cierto que eres muy buena. La anorexia es una enfermedad que causa muerte en muchas adolescentes por culpa de esta sociedad que es demasiado exigente y malvada. Haber si cambiamos el chip en cuanto a los cánones de belleza. Y lo de los pearcings a mí nunca me han llamado la atención, no me los podría para nada,muchos amigos míos los llevan en la ceja y luego tienen problemas, tiene que cuidarse es zona mucho.
Un saludo y felicidades por el relato, es maravilloso, atrae su lectura.
Gracias a las dos por sus comentarios. Buenas ustedes que se dan la vuelta para descubrir visiones del mundo. Ciertamente, el asunto de la delgadez extrema incluso ahora muy expuesto en los protagonistas de las películas infantiles no lleva por buenos trillos a niños y adolescentes. Siempre trato de imaginar cómo será el castañeo de los huesos haciendo el amor. Hueso sobre hueso, hasta que huelan a quemado, ¿será?
Gracias, Carmen por tu paciencia y tu impulso que siempre me hace bien.
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