lunes, 7 de septiembre de 2009

CARTA. Fayad Jamís.

Mira, muchacha, de pronto sentí ganas de escribirte una
carta
para entregártela yo mismo y leértela yo mismo. No
quiero
olvidar tantas cosas que debo decirte y por eso me valgo
de pluma y papel. Te leeré esta carta sentado en aquella
roca
en que los dos hablamos casi por primera vez, y casi
sin darnos cuenta comprendimos que la vida nos puso
pecho a pecho.
El tiempo que durará tu ausencia desbordará una noche
de vigilia con estrellas, con mosquitos, con estas voraces
ganas
de comerte tu sonrisa, de hacerte descomunalmente
mía,
como si no existieran los ómnibus, las gentes y las horas.
Estoy a punto
de llorar pues de pronto me acuerdo de que no estamos
solos en el mundo,
la noche se desliza. interminable, sobre los árboles
impasibles,
sueño una pesadilla en que tus besos caen al agua como
piedras
mientras estoy atado de pies y manos , amordazado,
debatiéndome inútilmente.
Pero no, no es verdad. Estoy despierto, sé que a pesar
de todo
nos amaremos locamente, como si mañana( ahora
mismo)
fuera la última vez, como si éste fuera el gran amor de
nuestras vidas,
como si éste pudiera ser otro que el gran amor de
nuestras vidas.

2 comentarios:

Margarita Garcia Alonso dijo...

Ahora es que he podido entrar, me duele esta impotencia de no poder responder a quienes ponen tanta emocion en mi dia.
Muy agradecida Angel, te abrazo

Angel Collado Ruíz dijo...

No estes preocupada, por la Compu, la mía tambien es muy vieja , de once años. Quisiera poder ayudarte a resolver ese punto. Vendrán tiempos mejores, no lo dudes. La vida continua. Te gustó el poema?, ambos hemos recordado. Y tengo algunos más esperando. Un abrazo. Angel