martes, 22 de septiembre de 2009

Un tesoro de Soria en las manos.

A Silvita, por un fúturo, brillante.


Niña que taladras mi paz
entre aguja y dedal
como tela vieja dejas
este vivir afortunado
remiendo de años

No detengas tu marcha
entrega todo
escurre de palabras
tus dedos que me alumbran
en los claros que ofrecen

Mírame

Una mirada tuya es vida
una vida no merecida
como una limosna dejada
en la mano de un mendigo
que reclama quedo
tu sonrisa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No me lo puedo creer Ángel, he entrado y mira que sorpresa. Tengo el corazón que se me desborda de la emoción, gracias amigo por tan bellas palabras. No sé si me las merezco pero me las guardo en lo más profundo de mi corazón. Nunca me habían echo una cosa así y ahora que no estaba pasando un buen momento me ha llenado de energía, no sé como agradecértelo, de veras.

Un besazo y para lo que gustes ya sabes que estoy por aquí, tú y Carmen sois magníficos, gracias.
:-)